Con la entrada en funcionamiento del proyecto de biodigestión en el centro operativo VOLTA Rilsa en Tiltil, comienza la puesta en marcha de nuestra Red de Plantas de Biogás capaz de transformar la materia orgánica en energía limpia a través del tratamiento anaeróbico. Una respuesta al desafío de buscar soluciones circulares para nuestros clientes, que valoricen los residuos orgánicos generando subproductos valiosos.
En el Día Mundial del Medio Ambiente el Ministerio de la cartera anunció que pronto presentarán el proyecto de ley para reciclar residuos orgánicos, donde la normativa propondrá soluciones concretas para evitar que estos residuos terminen en los rellenos sanitarios, estableciendo incentivos y obligaciones para fomentar la recolección segregada. El tema es contingente ya que el 58% de los residuos domiciliarios corresponden a restos orgánicos, por lo que soluciones como el compostaje y la biodigestión cobran relevancia. Esto implica pasar del paradigma de la disposición al de la recuperación, a través de la innovación para convertir los residuos en recursos valiosos, como en nuestra Red de Plantas de Biogás.
Técnicamente, la biodigestión consiste en el tratamiento de residuos orgánicos en ausencia de oxígeno y temperaturas controladas, lo cual permite la degradación de la materia generando dos productos de gran interés: uno es el biogás y el otro es una corriente líquida que llamamos digestato que funciona como un fertilizante orgánico. De acuerdo con Estephanie González, Subgerente de Desarrollo de Productos VOLTA, “el proceso comienza con la recepción de la materia prima, o residuo, y esto se deriva a un estanque de mezcla. Todos nuestros clientes aportan cantidades de materia orgánica con alto contenido de nutrientes como nitrógeno, fósforo, entre otros. Esta mezcla alimenta a los biodigestores en donde permanecen por 30 días en ausencia de oxígeno con temperaturas entre los 30º a 35 °C, periodo en que la materia orgánica se degrada, generando biogás”.
El propósito del proyecto de la biodigestión en VOLTA es aportar a la circularidad de residuos complejos, como los lodos sanitarios o ensilajes de la industria acuícola. Logrando ofrecer una solución a un perfil de clientes que, actualmente, tienen escasas alternativas de tratamiento para sus residuos; sumado a la contribución de disminuir la generación de metano -un gas de efecto invernadero-, más la posibilidad de generar subproductos.
Gracias a este proyecto, Rilsa se convierte en la primera planta en Chile que presta un servicio a terceros en materia de biodigestión, valorizando residuos que terminaban en rellenos sanitarios y aportando así a la economía circular. Se estima que anualmente se tratarán más de 18.000 toneladas de residuos orgánicos a través de la biodigestión, lo que equivale a una reducción de emisiones de aproximadamente 5.130 toneladas de CO2eq.
En línea con esto, estamos actualmente en proceso de implementar los proyectos de biodigestión en las instalaciones de Ecomaule (Camarico) y Ecobio (Chillán Viejo). Estas obras se unen para formar una amplia Red de Plantas de Biogás que abarcará gran parte del territorio nacional. Para llevar a cabo este proyecto de alta complejidad técnica, VOLTA está recibiendo asesoramiento del laboratorio del Núcleo Biotecnología Curauma (NBC) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
En VOLTA tenemos el compromiso de gestionar de forma eficiente los impactos que genera la industria, reducir nuestra huella de carbono, asegurar la reutilización de los recursos y favorecer el uso de energías renovables. Para hacer realidad un Chile más limpio, sano y sostenible. Si estás interesado en un servicio que impulse tu transformación circular, puedes completar nuestro formulario y nos pondremos en contacto. Y si quieres recibir más novedades sobre cultura ambiental, gestión de residuos y economía circular, suscríbete a nuestro newsletter.
