VOLTA y la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos

Actualmente en nuestro país, se recicla menos del 1% de los residuos orgánicos domiciliarios, cifra que tiene un gran potencial para crecer. Es por esto, que el Ministerio del Medio Ambiente se encuentra trabajando en una Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO), y con esto, se buscaría pasar del actual 1% a un 66% para el año 2040.

Creemos que para alcanzar este objetivo es necesario un enfoque multisistémico, ya que para lograr la meta, 2 de cada 3 hogares deberán separar sus residuos orgánicos, lo que requerirá contar con una capacidad de tratamiento para casi 3 millones de toneladas al año, esto sin contar los residuos orgánicos industriales.

Al igual que como se ha hecho en otros países como Alemania o Dinamarca, es importante que existan incentivos económicos que fomenten la inversión privada, así como medidas que estimulen a cada familia a separar sus residuos y que destinen los menos posibles a disposición final en rellenos sanitarios. También vemos como importante la existencia de un marco regulatorio que fomente e incentive el desarrollo de la estrategia, porque sin él, las metas serán difíciles de alcanzar.

Por otro lado, vemos que las diferencias que poseen las comunas en términos de recursos técnicos y económicos podría ser un gran obstáculo en caso de que no se potencie correctamente el rol del “Programa de Residuos Orgánicos”. También se suma el desconocimiento de la población, ya que muchos no están al tanto de que la recolección y tratamiento de los residuos domiciliarios es un servicio que tiene un costo. Una vez que se logre romper esta barrera cultural, se podrá tomar conciencia, valorando los incentivos propuestos para lograr el objetivo principal.

Creemos que integrar los residuos orgánicos procedentes de los hogares con los residuos provenientes de la industria agroalimentaria, que es una de las industrias más importantes a nivel nacional en términos de los residuos orgánicos generados, es clave para unir los esfuerzos privados y públicos, considerando la experiencia existente y tecnologías ya adquiridas por la industria que pueden ser de gran aporte para avanzar hacia la meta final.

Es necesario que Chile considere las experiencias de otros países que ya han pasado por procesos similares, teniendo en cuenta que cada realidad y cultura es diferente, pero que tenemos la oportunidad de aprender de los que ya han avanzado e implementarlo y adaptarlo en nuestro país. También se debe concientizar a las personas respecto a la responsabilidad y rol que tiene cada uno en este cambio y que debemos empezar cuanto antes.

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