La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), establece el marco para la gestión de residuos de manera responsable y amigable con el medio ambiente. Esta obligación recae en los fabricantes de determinados “productos prioritarios”, quienes deben fomentar el reciclaje en sus procesos, buscando disminuir la generación de residuos y promover su reutilización.
Esta ley, promulgada en 2016, contempla a la fecha los decretos que fijan las metas de recolección y valorización para la industria de los neumáticos, y para los envases y embalajes, tras la reciente publicación en el Diario Oficial.
Si bien la implementación de los reglamentos ha enfrentado retrasos, son procesos de amplia participación que se manejan en distintas etapas: desde la investigación de las capacidades del mercado de cada producto, para avanzar con la elaboración del Anteproyecto de Decreto de Metas y su consiguiente Consulta Pública. Y, una vez recolectadas las observaciones, se prepara la propuesta de Decreto Supremo, que es revisada por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y la Presidencia de la República, para su posterior envío a la Contraloría General de la República para su Toma de Razón, siendo éste el último trámite antes de su publicación oficial.
Puesta en marcha de la Ley REP
El primer hito relevante lo protagonizó el reglamento para los neumáticos, que desde su publicación el pasado 20 de enero, se convirtió en el primer producto prioritario que iniciará formalmente las obligaciones establecidas en la Ley REP.
Las metas comenzarán a cumplirse a partir de 2023, exigiendo que las empresas reciclen el 25% de los neumáticos. Este porcentaje se irá incrementando hasta llegar a valorizar el 90% de estos productos en desuso de vehículos menores, y un 100% de los neumáticos mineros, al octavo año de vigencia del decreto (2030).
En otro ámbito, la normativa para envases y embalajes ya es una realidad, con su publicación el día 16 de marzo y primeras metas que deberán a cumplirse en un plazo de 30 meses.
El decreto de metas permitirá al país aumentar en cinco veces la tasa de reciclaje de los envases y embalajes, que actualmente es de un 12,5% en domiciliarios, hasta alcanzar un 60% en el mediano plazo. Además, el reglamento define subcategorías o materiales que son de mayor consumo en el país, con alcances a nivel domiciliario e industrial:
En el caso de los productores de envases domiciliarios, el decreto establece las siguientes metas anuales de recolección y valorización entre 2023 y 2034:
| Cartón para líquidos | Metal | Papel y cartón | Plásticos | Vidrio |
| 60% | 55% | 70% | 45% | 65% |
En el caso de los envases y embalajes “no domiciliarios”, o industriales, contempla metas máximas más ambiciosas a 2031:
| Metal | Papel y cartón | Plásticos |
| 70% | 85% | 55% |
Otros puntos destacados de este decreto, es el establecer un esquema de recolección puerta a puerta de los envases reciclables, el cual partirá con una cobertura del 10% de los hogares de Chile hasta cubrir el 80% de las viviendas del país. Asimismo, la normativa contempla aumentar la disponibilidad de puntos limpios o centros de acopio con la instalación de 350 nuevos puntos y la formalización de los recicladores de base como gestores autorizados.
Próximos desafíos
El siguiente reglamento que se espera, es el de aceites lubricantes. Según el anteproyecto, la propuesta tendrá como meta reciclar el 90% de los aceites lubricantes usados al décimo año de vigencia del decreto.
En cuanto al decreto de pilas, se espera que el anteproyecto esté listo durante este año para su Consulta Pública.
Finalmente, se espera que durante el periodo de 2021 y 2022 se comience la elaboración de los decretos de metas para las baterías y aparatos eléctricos y electrónicos.
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