Las implicancias de la Ley Marco de Cambio Climático para la industria

La Ley Marco de Cambio Climático se trata de la primera normativa de este tipo en América Latina y, entre otras medidas, establece una meta de carbono neutralidad como máximo para el año 2050, la que se irá revisando cada cinco años. Un desafío que afecta a la industria y sintoniza con la estrategia de sostenibilidad VOLTA.

Con la aprobación unánime del Senado y su traspaso para promulgación al Poder Ejecutivo avanzó el proyecto que estuvo tramitándose desde enero del 2020. La nueva normativa permitirá contar con una política climática clara que se ha ido conformando desde el año 2006 con la primera estrategia de Cambio Climático y con muchos instrumentos que componen la arquitectura climática con la que Chile busca enfrentar la emergencia actual. Un aspecto planteado con urgencia desde los expertos y el Panel Intergubernamental de Cambio Climático en el último informe emitido en febrero.

La legislación determina que el Ministerio de Medio Ambiente será la autoridad responsable de gestionar los instrumentos y herramientas para llevar a cabo esta política de Estado; estará a cargo de elaborar la Estrategia Climática de Largo Plazo y el Reporte de Acción Nacional de Cambio Climático que contendrá las políticas, planes, programas y medidas en la materia. Por ejemplo, sobre la meta de carbono neutralidad para el 2050, la ley indica que será evaluada cada cinco años por la cartera. El Ministerio también estará a cargo de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), que contendrá los compromisos de Chile a nivel internacional, para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) e implementar medidas de adaptación.

En la práctica la relevancia de esta ley es que involucra al sector público y privado para hacerse cargo del desafío de la carbono neutralidad. Por lo mismo apunta a implementar revisiones y sanciones a las empresas por sus emisiones, con revisión cada 5 años. Si bien hay algunos reparos en cuanto a sus limitaciones -ya que no contempla temáticas como la biodiversidad- y los recursos para implementarla, ha conseguido un  apoyo transversal y también ha generado expectativas. En función de los gobiernos territoriales, por ejemplo, la ley contempla instrumentos como planes regionales y comunales para desarrollar acciones determinadas a través de procesos de participación ciudadana y considera un presupuesto para las mismas. 

Desde una mirada integral es importante para la industria, y en particular para el sector de gestión de residuos, la incidencia de otras regulaciones como la Ley REP que al desincentivar la generación de residuos y fomentar el reciclaje contribuye importantemente a la reducción de emisiones, al dejar de producir envases y embalajes; una variable determinante a la hora de medir la huella de carbono de cada empresa.

Como VOLTA destacamos el avance que implica esta Ley Marco de Cambio Climático, que busca impulsar la acción climática en Chile y la carbono neutralidad como una de sus políticas de Estado. Un desafío que compartimos en VOLTA y que sólo puede lograrse a través del trabajo conjunto. 

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